En colaboración con el estudio Iñiguez de Onzoño y la Ingeniería Asteinco, se ganó el concurso para la ampliación del Hospital de Especialidades de Zamora. El edificio original quedaba muy mermado en capacidad para el programa a desarrollar, por lo que se optó en disponer dos cuerpos en forma de L entorno al anterior. No obstante se procuró crear un conjunto armónico, mediante un uso de materiales compatibles y huecos del mismo lenguaje arquitectónico.